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«Mi hija no vino a España a morirse»; «pido una condena justa y máxima»; «nunca me comentó que la estaban maltratando»... Estas fueron algunas de las frases que pronunció ayer en Lanzarote una emocionada Miriam Rodríguez, madre de Romina Celeste Núñez, la joven presuntamente asesinada por su marido, Raúl Díaz, el pasado 31 de diciembre. Los investigadores ya tienen su ADN y el del hijo de la desaparecida para cotejarlo con el trozo de pulmón hallado en Costa Teguise, que aclarará si es parte de los restos de la víctima del presunto crimen machista, cuyo cuerpo quemó y arrojó al mar el acusado.